Dos segundos de ajuste

El pensamiento ajustado

Imagine que es dueño de una pequeña empresa que fabrica productos innovadores para carpintería. Usted es experto en el área y su banco le otorga un crédito sustancial para expandir su próspero negocio. Impresiona a todos con su éxito, pero cuando contrata a un consultor para optimizar su inventario, él le dice que le falta experiencia y que sus procesos de manufactura no son viables. Sintiéndose un tanto humillado, usted comienza a leer sobre el sistema de producción de Toyota y aprende sobre el pensamiento ajustado, que sugiere hacer cada paso de su proceso lo más eficiente y sencillo posible. Gradualmente, deja de pensar en producir grandes lotes –por ejemplo, 100 piezas a la vez– y hace solo lo que necesita cuando lo necesita. Usted reduce el inventario que maneja y, en su lugar, enfrenta directamente dos máximas fundamentales: reducir el desperdicio y mejorar continuamente.

Flujo de producción de una sola pieza

Llevar a cabo un proceso de producción de grandes lotes requiere gran cantidad de espacio, maquinaria y personal, además de los medios necesarios para transportar los productos. Si, por el contrario, opta usted por las células...